EDITORIAL

El cumplimiento a la expectativa planteada en este destino concluyó el periodo más importante para el sector turismo.

A San Carlos y a Miramar les fue mejor de lo que se esperaba en afluencia turística con cien por ciento de ocupación hotelera para las 800 habitaciones en el puerto, 50 mil visitantes en zona de playa, parques, bulevares y otros atractivos que convencieron a jóvenes y familias de visitar el destino que de nueva cuenta se convirtió en el favorito de los vacacionistas.

Sobre los servicios, la vocación de prestadores fue más eficiente que otros años con más sensibilidad con respecto a la atención que debe darse no solamente a los visitantes que pueden pagar hoteles o restaurantes caros, sino a los campistas o a grupos de jóvenes que llegan con recursos medidos y merecen también las atenciones de quienes viven de eso, desde desarrolladores hasta las autoridades que en esta ocasión sí alcanzaron sus metas en cuanto al operativo.

Desde el primer día de vacaciones el despliegue del gobierno fue impresionante, por tierra, mar y aire se hicieron presentes militares, policías civiles en decenas de vehículos, helicópteros, con drones y con propósitos mucho más claros que en las vacaciones pasadas por haber superado diferentes crisis de violencia.

Lamentablemente no se pudieron evitar incidentes lamentables pero la calificación que dieron los turistas de este destino fue positiva y mejor que la temporada pasada con el merito para prestadores de servicios turísticos y gobierno que una vez más cumplieron con su labor para lograr que en un futuro este destino pueda detonar con todo su potencial, mejor infraestructura y riqueza natural.