¿Son los pulpos extraterrestres? La polémica hipótesis científica que vuelve a tomar fuerza

En las profundidades del océano, una criatura con tres corazones, sangre azul y una inteligencia sorprendente ha capturado tanto la imaginación de científicos como del público general. Hablamos del pulpo, ese cefalópodo escurridizo capaz de abrir frascos, camuflarse con precisión milimétrica y hasta resolver problemas complejos. Pero ¿y si no fuera simplemente una criatura terrestre altamente evolucionada? ¿Y si su origen no estuviera en la Tierra? Esa es la provocadora teoría que ha resurgido en ciertos círculos científicos y mediáticos: que los pulpos, o al menos su material genético, podrían tener un origen extraterrestre. El pulpo no es como los demás animales. Su sistema nervioso está descentralizado con la mayoría de sus neuronas distribuidas en sus brazos, su ADN muestra una complejidad inusual, y su capacidad de aprendizaje rivaliza con la de algunos mamíferos. Estas características han llevado a muchos científicos a considerarlo uno de los animales más «alienígenas» del planeta, aunque generalmente de forma metafórica. Sin embargo, un estudio publicado en 2018 en la revista Progress in Biophysics and Molecular Biology llevó esta comparación más allá de lo simbólico. Críticas desde la comunidad científica A pesar del revuelo que generó esta publicación, la mayoría de la comunidad científica ha rechazado la hipótesis como altamente especulativa. Biólogos evolutivos han señalado que los pulpos, aunque fascinantes, pueden explicarse mediante mecanismos conocidos de evolución, mutación y adaptación natural. “Llamar alienígena a cualquier ser que no entendemos del todo es una forma fácil de esquivar preguntas difíciles”, comenta la doctora Laura Méndez, especialista en biología marina. “La evolución del pulpo, aunque compleja, se puede rastrear dentro del árbol evolutivo de los moluscos”.