Los Knicks siguen sin entrenador y enfrentan trabas para conseguir a sus principales candidatos

A más de una semana de haber cesado a Tom Thibodeau como entrenador principal, los New York Knicks aún no han logrado cerrar un acuerdo con su sucesor, y el proceso de búsqueda comienza a generar inquietud tanto en el entorno del equipo como entre los fanáticos.

La decisión de cortar vínculos con Thibodeau, quien dirigió al equipo durante cinco temporadas y logró devolver a los Knicks a la postemporada en múltiples ocasiones, fue recibida con opiniones divididas. Si bien su estilo defensivo y exigente logró establecer identidad, en los últimos dos años el equipo fue criticado por su falta de flexibilidad táctica y por no superar el umbral de las semifinales de conferencia.

Desde entonces, la directiva de los Knicks, liderada por Leon Rose, ha comenzado una búsqueda ambiciosa que ha incluido nombres de alto perfil. Sin embargo, el proceso se ha topado con obstáculos considerables: varios de los candidatos principales han sido vetados por sus actuales equipos o se han mostrado reacios a asumir el reto neoyorquino.

Uno de los favoritos de la organización era Jason Kidd, actual técnico de los Dallas Mavericks. Fuentes cercanas indican que los Knicks solicitaron permiso para entrevistarlo, pero la directiva texana denegó la petición, comprometiéndose a una extensión de contrato para retenerlo. Otro objetivo era Quin Snyder, quien ha tenido éxito con el sistema ofensivo en Atlanta, pero se encuentra atado contractualmente y no está disponible para entrevistas por el momento.

Mientras tanto, otros nombres como Kenny Atkinson, Mike Budenholzer y Becky Hammon han sido mencionados como opciones viables, pero no han trascendido avances concretos. En medio de este panorama, algunos analistas deportivos empiezan a cuestionar si la falta de definición puede afectar la planificación de la agencia libre y del draft.

“Cada día que pasa sin un entrenador oficial es un día menos para definir el estilo de juego, las prioridades de fichajes y la estructura del cuerpo técnico”, señaló un comentarista de ESPN. “Y con un mercado como Nueva York, cada movimiento está bajo el microscopio”.

La incertidumbre también afecta a los jugadores. Algunos, como Jalen Brunson y Julius Randle, estarían esperando claridad sobre el futuro técnico antes de comprometerse con decisiones contractuales de largo plazo. En ese sentido, se especula que la directiva busca un perfil moderno, con enfoque en el desarrollo de jóvenes talentos y un sistema ofensivo más dinámico.

Pese a los obstáculos, los Knicks insisten en que el proceso no se está demorando sin motivo. “Queremos encontrar al candidato ideal, no simplemente al más rápido”, declaró un vocero del equipo. “La elección del próximo entrenador marcará el rumbo de los próximos años”.

Con el draft a pocas semanas y la agencia libre a la vuelta de la esquina, la presión sobre la gerencia neoyorquina se incrementa. Los aficionados, mientras tanto, observan con impaciencia y esperanza que esta transición sea el inicio de una etapa más competitiva para la icónica franquicia del Madison Square Garden.