Cártel destruye huerta de limón en Michoacán como represalia por extorsión no pagada

Una huerta de limón en los límites de Apatzingán y Buenavista fue destruida, con todos sus árboles derribados, presuntamente por el Cártel de los Viagras, como represalia contra un productor que se negó a pagar una cuota de extorsión.

Citricultores de la región señalan como responsable a César Alejandro Sepúlveda Arellano, alias ‘el Botox’, lugarteniente del grupo criminal. Según testimonios de productores, Los Viagras cobran alrededor de 2 pesos por cada kilo de limón cortado y 2 pesos adicionales por kilo comercializado. Las amenazas, aseguran, no solo incluyen la pérdida de sus huertas, sino también el secuestro o asesinato de familiares si se niegan a vender sus tierras.

“Si nos negamos a vender nuestras huertas, nos secuestran o nos matan a alguien de la familia y de todos modos nos despojan de nuestros campitos. Ya no lo han advertido y ya vimos que lo cumplen”, comentó un citricultor afectado. El productor afectado por el reciente ataque ha huido de la zona, según fuentes locales, para proteger su vida.

La extorsión y violencia en torno a la producción y comercialización de limón en Michoacán ha provocado graves consecuencias para los citricultores, quienes viven en constante amenaza. Apenas el mes pasado, el gobierno de Michoacán asumió el control operativo y de seguridad del Tianguis Limonero de Apatzingán, con el objetivo de proteger a empresarios, verificar la procedencia legal del limón y frenar el comercio ilegal.

Adicionalmente, la Secretaría de Economía busca reactivar el comercio seguro en la región y fomentar que Apatzingán se convierta en el principal destino para la compra de limón en el país, a fin de proteger tanto a los productores como a la economía local frente a la influencia del crimen organizado.