Los nueve juegos sin hit En el Abelardo L. Rodríguez
Dos de ellos perfectos, el del Huevo Romo y el Juego de Estrellas; uno en play-off, el de Jim Gott
En mi última estancia en los campos de la Liga Martín García Espinoza, me pidieron una reminiscencia de los juegos sin hit ni carrera en el Abelardo L. Rodríguez, que de acuerdo a las autoridades municipales, a partir de junio será objeto de remodelación con inversión en una primera parte, de 70 millones de pesos..
Para ello, tuvo que invocar a un experto historiador como el sinaloense Guillermo Gastélum Duarte, residente en Culiacán, Sinaloa y a quien conocí en Guaymas el año pasado, presentado por Leonardo Rodríguez.
Vino a buscar la historia de los Ostioneros de Guaymas y en algo pude ayudarle, por lo que quedó abierto a la reciprocidad beisbolera, como en la consulta de este caso.
Sería Steve Bailey, de los Algodoneros de Guasave, el encargado de lanzar la primera joya de pitcheo apenas un tiempecito después de la inauguración del “nuevo” Abelardo L. Rodríguez
Temporada 1970-71 y luego sería el Juego Perfecto, primero en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico, por parte de Vicente “Huevo” Romo, en la misma temporada de apertura del Abelardo L. Rodríguez.
Con los Yaquis de Ciudad Obregón, ante los Ostioneros de Guaymas, en aquel memorable juego al cual asistieron menos de 70 aficionados.
Al respecto, como a unas mil personas les he preguntado por ese juego y todos me aseguraron que estuvieron esa fría mañana de enero en el flamante Abelardo L. Rodríguez,
René Chávez, un espigado veracruzano, jugando para los Ostioneros de Guaymas contra los Venados de Mazatlán, lo hizo en aquella campaña de 1975-76, ya siendo el autor cronista deportivo.
Los principales diarios del noroeste de México, mostraron a un demonio llamado Byron McLauhglin, lanzando un juego sin hit ni carrera frente a los Venados de Mazatlán, con los entonces Marineros de Guaymas, campaña 1978-79.
En aquel año, Fernando María Astiazarán adquirió la franquicia de los Ostioneros de Guaymas, signó convenio de trabajo con los Marineros de Seattle y de allí les vino el nombre. Incluso enviaron como manager a René Lacheman, quien luego manejaría a los Marineros en grandes ligas,
“Lach”, como le decíamos, era un tipo atento, caballeroso y poco a poco aprendía los secretos en la conducción de equipos, procediendo de Clase Triple “A”, principal sucursal de los Marineros de Seattle.
La franquicia pertenecía a Francisco García Medina y al “Chino” Abundio Vargas, pero también había otros socios.
Ese año, los Marineros no entraron a play-off, a pesar del enorme trabajo realizado por Byron McLauhglin, quien un año antes había debutado en Liga Mexicana de Verano, donde contribuyó a la conquista del título a los Tecolotes de los Dos Laredos.
Los Aguilas de Mexicali incursionaron ese año a la Liga y estuvieron en play-off.
Eran los play-off, etapa semifinal de la Liga Mexicana del Pacífico, temporada 1980-81 y Jim Gott subió inspirado a la loma de las responsabilidades para derrotar y tirar juego sin hit ni carrera a los Yaquis de Ciudad Obregón.
De todas formas, la tribu eliminó a los Marineros de Guaymas, con aquel recordado jonrón de Leo Valenzuela ante Francisco Maytorena y se enfilaron al título, al derrotar en la gran final a los Naranjeros de Hermosillo, con soberbio pitcheo de Eleno Cuén, quien fue tomado de refuerzo de los Marineros, por los Yaquis.
Para la campaña 1982-83, la directiva de los Ostioneros obtiene la sede del Juego de Estrellas, donde la Selección del Norte deja sin hit ni carrera, segundo juego perfecto en la historia de este parque, sobre su similar del Sur.
El gran historial de juegos sin hit ni carrera en el Abelardo L. Rodríguez, terminó con aquel de Ildefonso “Puma” Velázquez en juego inaugural, por los Ostioneros de Guaymas ante los Naranjeros de Hermosillo, campaña 1985-86, con el dato adicional de que ya Héctor Espino se había retirado.
Incluso, en todos los juegos sin hit ni carrera que lanzaron a los Naranjeros de Hermosillo, ninguno fue con Héctor Espino en el line-up. Eso fue la temporada 1989-90.
Y párenle de contar, los Ostioneros de Guaymas desaparecieron del panorama de la Liga Mexicana del Pacífico y a 32 años de aquello, siguen teniendo más títulos que los Aguilas de Mexicali, Mayos de Navojoa, Cañeros de Los Mochis, Algodoneros de Guasave, militantes de aquellos años.
Adicionalmente, refiere nuestro historiador consultado Guillermo Gastélum Duarte, en el viejo Abelardo L. Rodríguez de la avenida seis, donde hoy se encuentra la Escuela secundaria del mismo nombre, Emilio “El Pollo” Ferrer tiraron en forma combinada juego sin hit ni carrera.